16 de julio de 2010

alterbibliotecas

Os presentamos dos propuestas de otras formas de traficar con libros y acercarlos al vecindario mediante el trueque:

Una estanquera en Portmán (Murcia), que debe ser imaginativa y emprendedora, ha puesto en marcha una sencilla idea en su establecimiento:
He creado el punto de intercambio de libros en mi cutre estanco para que no puedan decir que es el típico estanco aburrido. Parece que a mis clientes les hace ilusión. Ya empiezan a llamarme la hippie del estanco jejeje. Empecé colocando los libros en una caja de fruta en el trasportín de una bici, y ya he tenido que añadir un armario. Ahora necesito libros para niños, que les hace ilusión, pero no encuentro nadie que deje libros infantiles y juveniles en español, sólo en inglés...
Ya referimos aquí el caso de un carnicero que hizo algo parecido (una historia muy bonita).

Y en Alicante funciona desde 2009 una de las escasas bibliotecas populares autogestionadas que pueden encontrarse -muchas de ellas tienen una vida efímera- que también funciona con la base del trueque y es un tanto sui generis, ya que no se ubica en un espacio único específico, sino que reparten sus estanterías entre un Ateneo y un par de garitos. Eso se llama difusión. Su lema, "trae un libro y llévate otro".