30 de abril de 2009

quevedo vs góngora

El pique personal y literario entre estos dos iconos del Siglo de Oro dejó unas cuantas perlas. Resumen extraído de esta magnífica página:

1. Quevedo vs Góngora ______

Aguja de navegar cultos con la receta para hacer "Soledades" en un día, y es probada 

Quien quisiere ser Góngora en un día / la jeri (aprenderá) gonza siguiente: / fulgores, arrogar, joven, presiente, / candor, construye, métrica, armonía;  

poco, mucho, si, no, purpuracía, / neutralidad, conculca, erige, mente, / pulsa, ostenta, librar, adolescente, / señas, traslada, pira, frustra, harpía.  


Cede, impide, cisuras, petulante, / palestra, liba, meta, argento, alterna, / si bien, disuelve, émulo, canoro.  

Use mucho de líquido y de errante, / su poco de nocturno y de caverna, / anden listos livor, adunco y poro;  

que ya toda Castilla con sola esta cartilla / se abrasa de poetas babilones, / escribiendo sonetos confusiones; / y en la Mancha pastores y gañanes, /atestadas de ajos las barrigas, / hacen ya soledades como migas.

Yo te untaré mis obras con tocino

Porque no me las muerdas, Gongorilla, / perro de los ingenios de Castilla, / docto en pullas, cual mozo de camino; 

apenas hombre, sacerdote indino, / que aprendiste sin cristus la cartilla; / chocarrero de Córdoba y Sevilla, / y en la Corte bufón a lo divino.  

¿Por qué censuras tú la lengua griega / siendo sólo rabí de la judía, / cosa que tu nariz aún no lo niega?  

No escribas versos más, por vida mía; / aunque aquesto de escribas se te pega, / por tener de sayón la rebeldía.  

¿Qué captas, noturnal, en tus canciones, 

Góngora bobo, con crepusculallas, / si cuando anhelas más garcivolallas,  
las reptilizas más y subterpones? 

Microcósmote Dios de inquiridiones, / y quieres te investiguen por medallas / como priscos, estigmas o antiguallas, / por desitinerar vates tirones.  

Tu forasteridad es tan eximia, / que te ha de detractar el que te rumia, / pues ructas viscerable cacoquimia, 

farmacofolorando como numia, / si estomacabundancia das tan nimia, / metamorfoseando el arcadumia.

A una nariz  

Érase un hombre a una nariz pegado, / érase una nariz superlativa, / érase una nariz sayón y escriba, / érase un peje espada muy barbado.  

Era un reloj de sol mal encarado, / érase una alquitara pensativa, / érase un elefante boca arriba, / era Ovidio Nasón más narizado.  

Érase un espolón de una galera, / érase una pirámide de Egipto, / las doce Tribus de narices era. 

Érase un naricísimo infinito, / muchísimo nariz, nariz tan fiera /que en la cara de Anás fuera delito. 

Contra Don Luis de Góngora  

Este cíclope, no siciliano, / del microcosmo sí, orbe postrero; / esta antípoda faz, cuyo hemisferio / zona divide en término italiano;  

este círculo vivo en todo plano; / este que, siendo solamente cero, / le multiplica y parte por entero / todo buen abaquista veneciano; / el minoculo sí, mas ciego vulto; / el resquicio barbado de melenas; / esta cima del vicio y del insulto;  

éste, en quien hoy los pedos son sirenas, / éste es el culo, en Góngora y en culto, / que un bujarrón le conociera apenas.



2. Góngora vs Quevedo ______

Anacreonte español, no hay quien os tope,

Que no diga con mucha cortesía, / Que ya que vuestros pies son de elegía, / Que vuestras suavidades son de arrope. 

¿No imitaréis al terenciano Lope, / Que al de Belerofonte cada día / Sobre zuecos de cómica poesía / Se calza espuelas, y le da un galope?  

Con cuidado especial vuestros antojos / Dicen que quieren traducir al griego, / No habiéndolo mirado vuestros ojos. 

Prestádselos un rato a mi ojo ciego, / Porque a luz saque ciertos versos flojos, / Y entenderéis cualquier gregüesco luego.  

A don Francisco de Quevedo (atribuido)  

Cierto poeta, en forma peregrina / cuanto devota, se metió a romero, / con quien pudiera bien todo barbero / lavar la más llagada disciplina. 

Era su benditísima esclavina, / en cuanto suya, de un hermoso cuero, / su báculo timón del más zorrero / bajel, que desde el Faro de Cecina  

a Brindis, sin hacer agua, navega. / Este sin landre claudicante Roque, / de una venera justamente vano,  

que en oro engasta, santa insignia, / aloque, a San Trago camina, donde llega: / que tanto anda el cojo como el sano.


Como anécdota, mencionar que la magnitud del odio que se profesaban era tal, que el cabroncete de Quevedo compró la casa (en la actual c/Huertas de Madrid) donde Góngora mal vivía arruinado para, por impago, darse el placer de desahuciarlo. Tras lo cual, Quevedo escribió la sátira que comienza "Alguacil del Parnaso, Gongorilla" y en la que afirma que para perfumar la casa y desengongorarla quemó poemas de Garcilaso.

18 de abril de 2009

la manía de leer

Artículo publicado en "La Gaceta", reproducción íntegra:

Hay placer más sereno y enriquecedor que el ir desgranando las palabras de un libro, adentrarse en su argumentación, dejarse llevar por su trama, enriquecerse con la belleza de su lenguaje? Sin embargo, son pocos los que gastan diariamente algo de su tiempo mejor en la aventura de dialogar con amigos callados que nos cuentan una historia, nos exponen sus pensamientos o ayudan a encaminar nuestra vida por una senda prometedora.

No me creo las estadísticas oficiales que, contra toda evidencia, nos aseguran que los españoles leemos ahora más que hace unos años. Quizá son más los que leen pero esos que leen, no leen más que los que antes leían. Y en todo caso la mayor parte de las cosas que se leen no valen el poco tiempo que se les dedica. Si se miran las listas de los más vendidos, o los expositores de alguna gran superficie, se le cae a uno el alma a los pies: pesados guisos medievalizantes, triviales y engañosos manuales de autoayuda, explosivas mezclas de sangre y sexo, revelaciones sin interés ni fundamento sobre algún personaje de la farándula o del foro público; que viene a ser lo mismo. Pero, ¿qué más da? Nunca han sido muchos los lectores de veras. Los primeros de todos son los niños y las niñas que, tumbados en el suelo, leen un libraco de aventuras como si les fuera en ello la vida, y se llevan un disgusto cuando su madre les avisa que ya es hora de cenar. Después están la anciana o el viejo que recuperan ahora, al solecito, el tiempo que gastaron durante largos años de trabajo duro. Y los que sacan el jugo de la hora y media de ida y vuelta diaria en el Metro. Y quienes tienen la suerte de que hayan puesto cerca de su casa la nueva biblioteca del barrio, y se aprovechan.

Los lectores forman una galaxia que mantiene este mundo encendido con millones de lucecitas con las que se alumbran entre sí los que leen y los que escriben. Leer es más difícil que escribir. Leer bien es lo más difícil de todo, y lo mejor. Se entiende que Borges estuviera más orgulloso de los libros que había leído que de los que había escrito Quienes leen tienen su alma a buen recaudo. Cuando oyen repetir tópicos sin sustancia a políticos, mercaderes, pregoneros y, en general, gentes de mal decir, se comportan como el que oye llover. Es un ruido de fondo que siempre ha habido y que ni se entiende ni se atiende. ¡Que hablen ellos! Lectoras y lectores, ¡a los libros! Hoy por hoy es, casi, la única salvaguarda frente a la manipulación y la vulgaridad que nos rodean.

El libro tiene todas las ventajas: su uso es totalmente libre, no pretende apabullar a nadie, invita sin obligar, puede ser sustituido sin celos y, además, es barato. Representa, dicen ahora los tecnócratas con su prosa salvaje, un valor-refugio frente a la crisis. Aunque el buen lector sabe que la causa profunda de la crisis estriba en que demasiada gente ha dejado de leer y ha buscado satisfacer su fantasía con delirios de consumo y juegos de azar. Los españoles deberíamos entender lo que está pasando, porque nuestro clásico por excelencia es la historia de un lector empedernido, a quien los libros le enseñaron que lo importante es la honra limpiamente ganada, y no el dinero o el poder, de origen generalmente sospechoso. El Quijote es además la historia de una conversión. Porque, al final de la jornada, el Hidalgo acaba dándose cuenta de que lo importante de los libros no es tanto la fantasía como la verdad.

Quien más quien menos, todos somos hoy día unos frikis, obsesionados con aficiones y manías. Como soy un friki de los libros;un letraherido, que dicen los pedantes; invito a todos los que por ventura me leyeren hoy a que adquieran precisamente la manía de leer: que se despreocupen de todo lo demás (que es irreal) para abocarse a los libros, donde se encuentra la verdadera realidad. Y, por supuesto, que no se les ocurra pillar un sustituto electrónico, porque no tiene páginas para doblar sus esquinas, mancharlas de café o garabatearlas con un lapicero. Es éste;lo sé; uno de los mejores consejos que han recibido en su vida. La manera de agradecérmelo es ponerlo por obra, hoy mismo.


Por Alejandro Llano, catedrático de Metafísica.


3 de abril de 2009

plagios y negros

A raiz del personaje del anterior post, podemos hacer una exigua relación, incompleta, de caraduras famosos que han hecho uso de la vieja técnica del apropiaje de lo ajeno, o bien de poner su firma y cobrar los derechos de textos trabajados por lo que coloquialmente se llama "negros":

- Ana Rosa Quintana, y su archiconocido caso de "Sabor a hiel" con el que pretendió erigirse con todo su morro en defensora de las mujeres maltratadas. El listillo de su negro no estaba mucho por la faena y copió párrafos enteros de la novela "Álbum de familia" de Danielle Steel. Encima la sinvergüenza despachó el asunto atribuyéndolo a un "error informático".

- Camilo José Cela Trulock. Aquel premio nobel que presumía de absorver de golpe hasta litro y medio de agua vía anal, sí, uno que dejó en la estacada a su propia familia... en efecto, el que fue censor en la etapa franquista. Pues le cayeron reclamaciones, en vida y después, sobre varias de sus obras "Madera de boj", "La cruz de San Andrés"...

- Jorge Bucay, je je este argentino es directamente un caso "de libro".

Desde luego hay que incluir aquellos de los que puede sospecharse y acertar al 100%, como son toooooodos los que salen por la pantalla de la tele y aprovechan el medio escrito para embolsarse algún plus. Para acabar, el testimonio de un escritor que movido por las necesidades propias de la subsistencia, ha tolerado durante años el plagio de sus obras:

El escritor recibe dos tipos de encargos: los que llegan de gente conocida que quieren decir algo pero carecen de tiempo, ganas y capacidad para escribir, y aquellos que responden a modas del momento -cocina, memorias, thrillers, humor-. Manuel Manzano no ve nada indecoroso en la actitud del famosillo que firma lo que no ha escrito -"es un pacto comercial aceptado y remunerado"-- ni cree que se engañe al lector al presentar una falsa autoría.

Recuerda que el trabajo que en España de manera peyorativa se considera de negro literario es práctica habitual de documentalista en países anglosajones, por ejemplo, y añade que ese tipo de encargos tampoco es una epidemia propia de la edición actual: "Asimov y Víctor Hugo tenían ´machacas´ para escribir las novelas que publicaron, y Colette se curtió en literatura haciendo de ´negra´ de los libros que firmaba su marido".

Manzano ha escrito enteramente dos obras para ser firmadas por otro, unos relatos de humor y un anecdotario. En ninguno de los dos casos mantuvo contacto directo con el personaje mediático cuyo nombre apareció en la cubierta; recibió el esquema de trabajo a través del editor, aceptó cuantas correcciones le fueron formuladas y planteó escasas sugerencias porque, añade, "los criterios de la editorial y del firmante pasan por encima del negro literario, que debe limitarse a montar un puzzle con las piezas que recibe". ¿Pagos? A precio hecho, previo acuerdo con la editorial.


1 de abril de 2009

no diga "copiar/pegar", diga "césar/vidal"

Le tenía ganas y vamos a abordarlo. La primera vez que tuve noticia de este tipo fue en 1996: salía invitado en un programa de TVE2 que en aquella ocasión trataba sobre la Guerra Civil. No le presté atención, ya que mi interés era por un octogenario anarcosindicalista valenciano también invitado. Por aquel entonces, el tal C.V. ejercía de historiador se puede decir que medianamente imparcial sobre la temática que se trataba. Me imagino que el cambio de mentalidad que experimentó se daría afinales de los ´90 o principios de este milenio. No sería el primer cambio -digamos- radical en su cabezota: De joven perteneció 5 años a los Testículos de Jehová. Más tarde se autodeclaró -y en ello está- cristiano protestante (de tendencia judaizante, añadimos). En fin...

El fetichismo sombreril del interfecto: A la izquierda, portada de su cagarro sobre la música country. A la derecha, bajo la lluvia en una manifa en defensa de la nación española o alguna mierda de esas...

Aparte de sus insufribles peroratas radiofónicas, destaca por ser tal vez el autor más prolífico de la actualidad: Ver su bibliografía; de todos los géneros habidos y por haber: 15 libros publicados en 2004, 20 en 2005 (casi 2 por mes!!!), 13 en 2006... sin contar otros materiales como traducciones. Y aquí es donde vamos a destapar al gato encerrao. Dice el tío que es que, "al igual que Lutero", él sabe organizarse. Ya, pero resulta que es del todo imposible engendrar este volumen editorial al mismo tiempo que se dirigen varios programas en radio y TV y se colabora en tantos otros. Paréceme que las teclas del ordenador Ctrl+C/Ctrl+V se inventaran por ser las iniciales de su nombre...

La credibilidad del menda deja mucho que desear. No es que lo diga yo, numerosos historiadores e investigadores que sí merecen respeto (Ian Gibson, Enrique Aynat, Miguel Ángel Molinero, Ángel Viñas...) cuestionan y descalifican sus métodos: Acostumbra (él o su corte de "negros") a usar bibliografía de dudosa procedencia, y cuando no, se la inventa. Las pocas veces que lo he oído en la emisora de los putos obispos la verdad es que lo flipo. Citaré como ejemplo 2 anécdotas que le escuché directamente: Para desprestigiar a Marx comentó que éste en su tardía juventud se dedicaba -literalmente- a ¡apedrear farolas en las calles de Paris! (joder, no voy yo a defender al padre del comunismo autoritario pero, es que el infundio no hace justicia a la verdad). Otra: para despreciar al vascuence (como él lo llama) lo tildó de idioma primitivo donde no cabían conceptos universales y que se tenían que tomar prestados del castellano, como "arbola" para la idea de árbol (mentira: árbol en euskera es "zuhaitz").

Parecidos razonables con personales simpsonianos: Arriba, comparado con el presentador fachoso Birch T. Barlow (visto aquí). Abajo, con el jefe Wiggum (visto acá)

Su ideología rezuma homofobia, clasismo, revisionismo, xenofobía, racismo, prepotencia... pero hay más, mucho más. Otros bloggeros ya se fijaron en los motivos de este post, por ejemplo: Éste, éste, y éste.